Carta con Destinatario Anónimo: Anhelo {Día de Muertos 2017 } Carta 3

¡DÍA DE MUERTOS!

Vaya, vaya. Hoy en México (2/11) se festeja el Día de Muertos, de las pocas festividades prehispánicas que todavía se mantienen. Yo le tengo un aprecio infinito a este día que incluso es mi preferido del año (sí más que navidad, más que mi propio cumpleaños) así que en esta semana en vez de traerles una reseña nueva, he decido hoy traerles esta carta y un post sorpresivo el domingo. Algunas partes de la carta están inspiridas en El corrido de Miguel Rivera de la Película COCO (la cual ya podemos disfrutar en territorio nacional), esas partecitas vienen señaladas. ¡A la carta!

Internet, 02 de noviembre de 2017

Querido anhelo mío:
Por poco y será un mes en que esa canción me recuerda a él. Sí, al que ya falleció. Fue doce años antes de mi nacimiento. ¡Cómo nos iremos a encontrar! Sólo a través de las anécdotas de quienes sí lo conocieron, lo conocí. 

De pequeña, conocí su vigor. Me hablaban de sus buenas obras, su inteligencia y valentía. ¡Qué hermoso era observar su retrato exorbitante e imaginar que ese señor habría hecho maravillas! Si el propósito de mi alrededor era generar en mí una imagen positiva, felicidades, lo lograron. Despertaron mi interés por su historia, naciendo mi anhelo de haberlo conocido.

Al verme ensimismada, me compartieron el lado oculto de la moneda. Si el propósito de mi alrededor era generar en mí una imagen despectiva para olvidarlo, lo lamento, fue al contrario. Sólo consiguieron que lo vea como una persona más real, con defectos y virtudes; con decisiones tanto positivas como negativas. Mi estimación por él sigue en pie.

La semana pasada,  se cumplieron ciento diez años de su nacimiento. ¡Sí, fue su cumpleaños! No necesité de anécdotas censuradas para sentirlo más cerca que nunca. Imaginé al recién nacido hace más de cien otoños atrás; aquella personita que años después sería llamado padre por el mío; y que sigue vivo no sólo en las memorias de quienes lo conocieron en persona, sino en la mía: alguien que nació más de una década después de su muerte.

¡Cómo quisiera que aquellas historias que son fantasías se hicieran verdad!  En estas fechas mi esperanza de querer encontrarlo, en abrazarlo y conversar con él aumentan en pico. Varias veces le he preguntado al viento ¿Dónde está? Y al ver aquellas veladoras encendidas, junto al pan de muerto y flores cempasúchil tengo fe en que se encuentra aquí. 

¡Ojalá descubriéramos el camino para ir a esa dimensión donde la muerte es sólo una ilusión! Escucho la canción: Al inicio, tiembla el suelo, aún nos debemos la despedida, el encuentro. Al acabar, el mar abierto apacigua, recordándome que sólo muere lo que se olvida.

Sé que no tengo ningún portal que me conducirá a él, pero como en todos los Días de Muertos, ellos vienen, él viene. Y su espíritu nos acompaña. ¡Oh, mi anhelo, feliz Día de Muertos! 

Atentamente,

Ailime Rol.