Carta con Destinatario Anónimo: Disparates | Carta 4

¡Hola a todos!

¿Cómo se encuentran? Hoy es el inicio de una nueva etapa. Después del descontrol de los últimos meses, he querido sincerarme donde mejor lo hago, en el blog. Espero que pueda pasarme más por aquí, así que sin más ¡la carta!

Internet, 13 de junio de 2018

Queridos disparates:

Ya, ya. ¿Qué escribiré? Tengo ideas, mas no llevan ningún control. Comenzaré a contarles algo. Déjenme les cuento. Un relato, sin más. 

Una historia del porqué tan ajena al blog. Pocas ganas de escribir. Mucha tensión. Un mundo ajeno al blog derrumbándose. Unas vacaciones que terminaron siendo las preferidas. Una semana Santa, mas no otra de Pascua. Una Ailime que debe tomar calma. Un apoyo aquí, ¿verdad? Sé que letras, las letras ayudarán. 

Desde abril hubo descontrol. No he podido encontrar calma. Durar varios días sin poder concentrarse en la lectura. Leyendo sin leer. Siempre he creído que la lectura va más allá de darle un conocimiento lógico a los símbolos, que es el meterse de lleno en cada frase y hacerlas suya, permitir que perforen tu alma. Esto no me ocurrió durante un buen de tiempo. No podía concentrarme.

Al redactar me cuesta todavía expresar en orden mis ideas. No me quedo en blanco, sino encarcelada. Mi mente me traiciona, dejándome sin armas. Me carga no ser honesta, pero más me molesta ser un problema para los demás. Así que si no tengo ideas productivas, me alejo. Por lo que terminé alejándome del blog. No quería llenarlos de mentiras, decirles que todo iba de maravilla cuando ni siquiera mis ideas me son fieles. 

Llevo tratando de redactar este post desde finales de abril. Sin embargo, la falta de certeza retumbaba en mis oídos. ¿Realmente ya estaba preparada para dar lo mejor de mí o seguiría de holgazana? Y hasta el día de hoy dejé de ser holgazana.

Todo lo que encuentran en esta carta son disparates. El orden no gobierna en estos lados. Todo es honesto, son productos de mi sentir. Me honra que hayan pasado por aquí. Me pregunto cuál es la cura a la falta de motivación. Los tonos grises encajan con mi estado de ánimo.

Los pocos posts que he compartido son chispas de alegría, de gusto. De hecho, tenía planeado una fiesta y media para festejar el primer aniversario del blog. Pero, por aquellas fechas estaba en un hoyo rotundo, tan circular, tan afilado que me costó brincar de él. Ya casi catorce meses del blog y esta ha sido la temporada más difícil de mi rol.

Aún así, después de todo. Sigo plenamente agradecida con todos ustedes. Por aquellos que siguen cada post, los que comentan y radian alegría. Los posts que son chispas de alegría son el resultado de la suma de sus comentarios alegres. ¡Gracias! El blog está enteramente agradecido!

He estado escribiendo más de cinco párrafos, pero no siento que haya sido ni uno. Es de ayuda escribir y desahogarse entre las frases. No lo duden, escriban, desahoguen sus ideas, aún cuando nadie les preste atención. 

Atentamente,

Ailime Rol.